Manu Ginobilli es uno de los deportistas más laureados del panorama nacional. EL bahiense se ha consagrado como una estrella en la mejor competición de básquet del mundo: la NBA. Y no solo eso, más allá de jugador, es un referente como persona en San Antonio como en el seleccionado argentino.
Manu Ginobilli es uno de los jugadores que ya están en la historia viva del deporte argentino. Estrella dentro y fuera de la cancha. Se ganó a pulso cada éxito conseguido a base de trabajo y humildad. Sin ser el mejor, destaco entre los mejores.
Un ‘’Talento’’ natural
Se dice que con el talento se nace. Sin embargo, da la causalidad que el talento siempre coincide con el trabajo bien hecho. Al igual que otros deportistas de éxito, Manu, desde bien chiquito jugaba al Básquet.
En palabras, del propio Ginobilli, el básquet fue un amor a primera vista. Muy fuerte. Desde chiquito empezó a picar la pelota en cada momento libre que tenía.
Su ambiente lo favorecía. Su padre fue presidente de Bahía Blanca en la niñez de Manu y este, pasaba largas tardes en la cancha de club, entrenando y jugando de forma libre. Desarrollando su ‘’talento’’.
Los inicios de la NBA
Cuando tenía 22 se encontraba jugando con la selección, cuando se entera que lo llamaron para la NBA.
Después de 3 años en Italia, donde jugó en el Basket Viola Reggio Calabria y en el Kinder Bolonia. En el 2002 inicio su viaje a la NBA.
Manu comenzó muy pronto en la NBA en una liga dominada por americanos, un argentino llegaba para llamar la atención. Pero al igual que su juego, siempre va de frente. Se ganó el respeto de San Antonio y de la NBA a base de trabajo, anotaciones extraordinarios y una inteligencia y visión diferentes al resto que lo catapultaron a los más alto, consiguiendo anillos.
El extensión de Popovich en la cancha
Manu fue siempre una apuesta segura para Gregg. Popovich le dio el bono de bienvenida a la NBA y Manu le devolvió la confianza con visión e inteligencia en la cancha, donde era la propia extensión de Gregg Popovich a la hora de plasmar el juego que el entrenador de Indiana quería en San Antonio.
Pasión, intensidad, obsesión, por el básquet.
Momentos históricos
Con Manu en el equipo, San Antonio siempre era favorito al anillo para las mejores casa de apuestas.
En San Antonio, la figura de Manu Ginobilli esta en un pedestal. Su influencia en el juego de San Antonio Spurs va más allá de los puntos anotados y a pesar de no ser favorito para en quinteto inicial en las apuestas deportivas, ( donde apostar ) Manu siempre fue definido como el mejor sexto hombre de la NBA.
Todavía se recuerdan los 48 puntos de la temporada 2004/05 ante Phoenix, o el protagonismo absoluto en las finales de 2008 ante Detroit, donde promedio más de 20 puntos en todos los partidos, anotando 23 puntos para darle el segundo anillo a los de Texas.
Su larga carrera en la NBA, jugando hasta retirarse a los 39 años, le dio momentos amargos y de alegrías. Las finales perdidas contra Boston en el 2012 rompieron varios pronósticos deportivos. Estas finales fueron redimidas en la campaña siguiente, donde el de Bahía Blanca volvió a ser protagonista, anotando un punto histórico en la cara de Chris Bosh.
Líder de una generación histórica
Con Manu, las apuestas deportivas argentinas, consideraban a la selección de básquet como una de las favoritas. Ginobilli lidero una generación de basquetbolistas que marcaron una generación de oro entre los años 2001 y 2008.
Ejemplo fuera de la cancha
Manu fue un jugador que dejo huella en Texas más allá de su juego, siendo ejemplo para cualquier niño que siga su ejemplo.
En alguna entrevista donde le preguntaron si se arrepentía de algo en su carrera, Manu dejo una frase para la posteridad:
‘’¿Que cambiaba? ¿Una estrella más? Totalmente relevante. Lo más importante son las historias, las experiencias, los amigos, y los aprendizajes de los malo y los buenos momentos’’.
Simplemente, Ginobilli.